sábado, 16 de julio de 2016

El Gobierno de Macri aumentó el consumo de energía

A pesar del discurso ambientalista y el reclamo para que la población disminuya el consumo de energía, la Ciudad de Buenos Aires lo aumentó bajo la gestión de Mauricio Macri. El incremento se dio no solamente en el consumo residencial, sino también de manera significativa en el consumo gubernamental. 


Ante la resistencia generalizada provocada por los tarifazos en la electricidad, el gas y el agua, el Presidente Mauricio Macri intenta sostener el aumento brutal con argumentos como la necesidad del ahorro energético y el uso eficiente de los recursos para mitigar el cambio climático.

Sin embargo, cuando tuvo la oportunidad de demostrar su conciencia medioambiental y su eficiencia en la gestión para disminuir el consumo de energía, hizo todo lo contrario. A lo largo de sus ocho años como Jefe de Gobierno, el sector público de la Ciudad de Buenos Aires produjo un aumento significativo en su demanda de electricidad y gas.

En 2008, al inicio de su mandato, el consumo de energía eléctrica de los edificios públicos del GCBA representó el 6%  del total de la energía consumida en la ciudad. Sin embargo, en 2013 el consumo oficial ya había trepado al 9%.

Bajo la gestión Macri, en 5 años el consumo oficial de electricidad aumentó un 3%, cuando en los ocho años anteriores (2000-2008) el consumo en iluminación, climatización y computación de los edificios públicos se incrementó en promedio un 4,5%.

Según el informe “El consumo de energía en la Ciudad de Buenos Aires”, elaborado en 2014 por la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda porteño, el consumo oficial de electricidad superaba ampliamente el promedio nacional, llegando al 24%.

El mismo informe señala que “la demanda de energía eléctrica ha venido elevándose año tras año impulsada por el consumo residencial y oficial, advirtiendo que este último fue el que más había aumentado, un 15 % en el período 2006-2012.

El aumento en el consumo oficial fue en dirección contraria a los objetivos planteados por el propio ejecutivo porteño en el Programa de Eficiencia Energética en Edificios Públicos (PEEEP), que consisten en “lograr un ahorro mínimo en el consumo de energía del 10% para el año 2012 en edificios públicos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del 20% para el año 2015”.

Respecto al gas, el informe del Ministerio de Hacienda señala que la Ciudad de Buenos Aires consumió el 12% del gas del país y, de ese total, el 10% correspondió al consumo en dependencias oficiales.

Unitarismo energético:

Argumentando una crisis inminente y la necesidad de bajar el consumo, el tarifazo implementado por el Gobierno Nacional intenta descargar los costos de distribución en todos los habitantes del país por igual. Sin embargo, la situación es notoriamente desigual en favor de la Ciudad Buenos Aires.

El Ministerio de Hacienda porteño reconoce en su informe que “la Ciudad de Buenos Aires tiene una participación en el consumo de energía eléctrica que supera ampliamente su peso en la población total del país”. Mientras que la población de ese distrito representa el 7% del total, consume alrededor del 12% del total de energía eléctrica utilizada en el territorio nacional, y registra la mayor tasa de consumo (4,1 MKw/hab), superando ampliamente el registro de otras ciudades y el promedio nacional (2,5 MKw/hab).

Ante ese dato, el ministerio explicaba que “la Ciudad de Buenos Aires tiene una población diurna mucho mayor a la residente, debido a movimientos diarios por cuestiones laborales, de estudios, etc., lo que incrementa el consumo porteño”.

El informe destaca que los usuarios residenciales de la Ciudad tenían las tarifas de electricidad más bajas, y agrega: “Comparativamente en Santa Fe el costo se cuadruplica y en Córdoba se triplica”.

También señala que el distrito porteño consumió el 12% del gas del país, aunque sus habitantes representan el 7% de la población total, y tuvo la mayor tasa de consumo (627 m3/hab), muy superior al promedio nacional (377 m3/hab).

En la CABA, los mayores consumos de gas natural son justamente para producir electricidad, ya que el 57% lo utilizan sus centrales eléctricas, según consta en el documento “Cambio Climático - Plan de Acción Bs. As. 2030”, para su aprovechamiento directo por parte de los usuarios residenciales.

Para hacer un uso eficiente de los recursos energéticos, el Plan de Acción Bs. As. 2030 recomendaba una serie de medidas, como el uso masivo de luminarias led, el cambio de los equipos de computación, el uso de biocombustibles y tecnología híbrida diesel-eléctrica y en la flota automotor del GCBA, y la reducción del consumo de energía eléctrica en hogares mediante la adquisición de electrodomésticos y artefactos eléctricos más eficientes.

A la vista de los resultados como Jefe de Gobierno, Macri no tuvo la capacidad de implementar de manera efectiva esas medidas. El tarifazo tampoco figuraba entre las propuestas del Equipo Interministerial de Cambio Climático que elaboró el plan.


Como Presidente, Macri desechó el camino de instrumentar políticas de reducción y consumo eficiente de energía y prefirió la transferencia millonaria de recursos de los usuarios a las empresas distribuidoras. Evidentemente, la decisión está motivada por otros intereses que no son precisamente el cuidado del medioambiente y la disminución del calentamiento global. 

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