lunes, 15 de julio de 2013

Víctor Hugo: “Massa va a quedar cautivo del poder de los medios de comunicación”

Marcelo De Angelis

Periodista sin medias tintas, Víctor Hugo Morales deja claras definiciones en esta entrevista con Alto Dato acerca de la práctica del periodismo en la actualidad y su futuro, la Corte Suprema, las próximas elecciones legislativas y la candidatura de Sergio Massa.


Ud. ha atravesado diferentes etapas de la vida política y social, desde la última dictadura hasta la situación actual, ¿considera que estamos ante el punto más bajo de la práctica periodística?

Sí, porque durante la dictadura los márgenes están acotados ya que corre riesgo nuestra libertad y nuestra vida, y los márgenes de riesgo que se pueden asumir concientemente son muy pocos. También están los que directamente se lanzan a ser cómplices y a promocionar lo que le interesa al régimen. Pero fuera de los tiempos dictatoriales, no cabe ningún tipo de duda que en épocas democráticas esta es una etapa nefasta en la cual se ha caído a los abismos más insondables.

A partir de esta perspectiva y teniendo en cuenta que no se sabe qué va a pasar con Ley de Medios, ¿cuál supone que es el futuro del periodismo?

Tengo cierto escepticismo respecto a que la Ley de Medios pueda aplicarse en los términos que soñamos todos. Eso depende de una Corte Suprema a la que le tengo muy poca fe. A lo mejor me equivoco y estaré feliz del error. De todas maneras, la Ley de Medios no modificaría enseguida el escenario, pero permitiría tener más voces y que se note un poco más la salvajada que se está cometiendo desde los medios donde se miente todo el tiempo sobre todo. Hay una falta de compromiso con la verdad que asusta. Pero hay una esperanza que son los periodistas jóvenes. Estamos en manos de quienes conducen los medios, pero cada uno en su burbuja puede hacer un poco mejor la profesión.

¿Cuáles son los valores en juego en este punto de inflexión en la historia política?

El rol del Estado como un elemento fundamental, el de los medios de comunicación. Lo que estamos definiendo es si queremos un Estado presente, fuerte, o un Estado al que la desregulación se lo lleve por delante. Eso es lo que estamos discutiendo eternamente, desde los principios liberales que tiene la Argentina y buena parte del mundo. ¿Qué hace el Estado, mira la salvajada de la libertad de mercado o participa y trata de regular la relación entre distintos estamentos de la sociedad?

¿Considera que es necesaria una reforma constitucional?

No lo tengo estudiado en profundidad. Si la reforma tiene que ver con intentar un nuevo período para la presidenta, desde el punto de vista político esperaría discutir eso. Tendría que ponerme a trabajar para entender las razones por las cuales debería haber una reforma.

¿Qué cree que se juega en estas próximas elecciones legislativas?

La calidad de los próximos dos años de vida democrática en la Argentina, también la tranquilidad económica que se pueda tener a partir de un gobierno desgastado y fracasado en las elecciones, o un gobierno fortalecido por el resultado, que sería lo lógico de esperar, por la gente, no tanto por el Gobierno.

¿Podría repetirse un escenario como el del tristemente célebre Grupo A?

Está reapareciendo el Grupo A. Es una posibilidad que se fortalezca ese sector de la política.

En este escenario, ¿cuál es el papel que tiene el lanzamiento de Sergio Massa?

Es peronismo de un palo distinto al del Gobierno. Es un hombre que va a quedar cautivo rápidamente del poder de los medios de comunicación, va a decir lo que sea buen título para Clarín y La Nación, va a tener una definición, y en esa definición habrá que ver si consigue mantener el caudal inicial que es muy interesante, de más de un treinta y pico por ciento. Estos personajes, que no hieren demasiado porque sus posturas son un tanto indefinibles, tipo Scioli –que ahora se definió como nunca en su vida, quizás como consecuencia de la aparición de Massa- son personajes difíciles, dignos de respeto, porque al no jugarse por nada claramente pueden incrementar el apoyo que tienen de la gente. Estamos ante un personaje interesante de observar en su evolución política.

Teniendo en cuenta que puede llegar a partir el espacio electoral de De Narváez, ¿Massa favorece o perjudica al oficialismo?


El oficialismo tiene un seguimiento granítico mínimo del 30 por ciento. Creo que Insaurralde lo puede mejorar, no está dicha la última palabra. No apostaría en contra del Gobierno aún respetando la entrada de Massa. Creo que De Narváez está destinado a deteriorarse mucho más con relación al 2009. Es un capital político que no va a llegar ni a la mitad de entonces.


No hay comentarios:

Publicar un comentario